jueves, 3 de diciembre de 2009

La foto de Fernando

La foto de Fernando. Por Gonzalo A. Gómez Valcárcel

Faltara muy poco para que se cumplan nada más que dos décadas del fallecimiento del primer español que piso la “luna” NBA, cuando aquello era una “luna” de verdad del “show time”, y lo veíamos todos como algo inalcanzable hasta para verlo por la televisión.
Fue ya hace bastantes años que apareció esta foto que acompaña a este artículo. Recuerdo perfectamente haberla sacado de un taco de fotos antiguas que teníamos revueltas en una mudanza forzada. Al sacar la foto, esta se rasgo y casi se queda en dos trozos.
Pertenece a la temporada 1980-1981. Fernando llevaba una camiseta al revés y cada uno lleva los pantalones que se agencian por su cuenta. O estaría seguramente Manolo Cavido por allí para arreglar todo (el gran delegado que convertía balones de fútbol en balones de basket por pura ¿magia?, pura gestión, que narices).
Esa foto, arreglada por el padre de Jota Cuspinera, que trabajaba en Kodak, revoluciono a la generación y compañeros de Fernando y les emociono mucho porque no la tenían y habían pasado muchos años de haber jugado con él y ya bastantes desde que se había ido para siempre.
La generación del 62 siempre le llamaba y le sigue llamando Fernando a secas, jamás utilizan el apellido. Fernando sólo hay uno y cuando hablan de baloncesto, al menos, tres integrantes de aquella plantilla Junior que tanto quería Fernando y le querían mucho a él, sólo existe Fernando como nombre y hombre.
Significa muchas cosas esta foto. Fernando fue subcampeón con el gran entrenador y también desaparecido Chus Codina, y con el famoso y mejor quinteto de la historia estudiantil junto a Del Corral, López Rodríguez, Slab Jones y Vicente Gil, pero a la vez esta foto representa el concepto amateur-profesional que imperaba antes y las ganas de jugar al baloncesto junior y jugar con sus compañeros de generación. De equipo de arriba a equipo de abajo.
Talán, Sacedo, Mosquera, Ortíz, Andrade, Muñoa, Pardillo, Fuentes, Jose Canales “Pilas”, Ángel Goñi (estos dos últimos en la “brecha” del club desde entonces”) y Calviño, eran sus compañeros a los qué, como me cuenta el entrenador de este equipo, Fernando tenía una gran estima y hacía lo imposible por estar siempre con ellos.
Me cuentan que siempre iba en cuanto podía a jugar con ellos y que Chus Codina le dejaba ir siempre pues antes no pensaban tanto en si se lesionaban los jugadores o no. Se preocupaban de que jugasen lo más posible para mejorar en su técnica ya que Fernando venía de jugar al Balonmano y comenzó tarde. Lo de las lesiones era muy secundario. Eran de otra pasta. Eso ahora, es al revés por completo. En “la Nevera” caminaban por las barandillas, se desplazaban para defender encima de ellas, hacían gradas y hacían trabajo técnico-físico dentro del propio entrenamiento. Eso del “prepa” son inventos de la época moderna y del musculito. Los entrenadores lo hacían todo. Estaban como motos, la verdad.
“Fernando preparaba sus bolsas (palabras del técnico en junior) pensando en jugar siempre con nosotros. Un día jugábamos en Claret y por las prisas en hacer la bolsa, metió en la misma unas zapatillas que no eran de baloncesto, enseguida me di cuenta, pero él era incapaz de dejar de jugar (y eso que estaba en el primer equipo). En un lance del juego rajo por completo la zapatilla por un lateral y cayó lesionado”
Fernando no se arrugo jamás. Se enfado el gran Antonio Díaz-Miguel porque ya hacía concentraciones con la española y posteriormente, y a pesar de eso, cuando el equipo Junior fue a jugar el campeonato de España, allí estaba él, viajando junto al entrenador y dos de su hijos hacía Valladolid en un Renault 12 familiar sin mediar palabra (Fernando era introvertido y reservado pero muy noble).
José Canales “Pilas” decía que: “Fernando era un tío que iba a muerte con todos nosotros pero, eso sí, si se le ponía un contrario delante y entre ceja y ceja, tenía las de perder, pues Fernando era un ganador nato”.
Fernando se nos fue en donde “peor” jugaba, la carretera, pero dejo muy arriba nuestro deporte y una estela de estrella inaccesible con sus escasos 2´05m.
Lo único y último que pude hacer con esa foto fue introducir una copia en un sobre, acudir en mi coche hasta Arganda del Rey en una fase final Junior, donde gano su hijo Jan con el Real Canoe N.C., y entregársela para que tuviera un recuerdo de su padre imborrable.
Pero imborrable fue su paso y los pasos que ayudo a dar al baloncesto que tanto nos gusta.
Eso sí, no se me olvidara nunca lo que me dijo Jose Canales: “Eso era Baloncesto”. Lo que vivió en su equipo Junior.
El Estudiantes no retiro la camiseta de Fernando Martín del número 11, si lo hubiera hecho no tendría ahora números con los que jugar porque por Ramiro han pasado jugadores con ese merecimiento. El Madrid, a pesar de que no formo al jugador, retiro la camiseta del número 10 del Madrid. Copias de la NBA. Fernando se formó en Ramiro, no en el Real Madrid ni en Portland que es donde ejecuto su juego y aprendizaje anterior.
Como reza una frase en un andén del Metro del campo de las Naciones de Madrid:
“La patria del hombre es su infancia”
En baloncesto, su formación.

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