30 de septiembre de 2012, 18.30 h., Santiago de Compostela. Un chaval
madrileño (de Alcorcón exactamente), de sólo 24 años cumplidos (el
pasado 9 de septiembre), debuta como árbitro de la Liga Endesa ACB.
Redondo y Benjamín Jiménez son sus compañeros. Sólo ocho años antes pude
conocer a Andrés Fernández, cuando era un adolescente árbitro de
primera autonómica que nos ayudaba a completar un trío de árbitros que
acudíamos a los campus de Estudiantes en verano para impartir un taller
de arbitraje.
Cuando comenzamos en el 2004 sólo éramos dos
árbitros. Un gran amigo que actualmente arbitra en la LEB y yo. Éramos
un taller más como podía ser el de los globos o el de papiroflexia (sin
menospreciar a estos divertidísimos talleres). Con una televisión de
tubo y unos videos VHS de jugadas que habíamos copiado de aparato en
aparato del Eurobasket cadete que se celebró en Rivas (Madrid) en 2003,
dimos el pistoletazo de salida con una actividad nueva para todos.
En
2005 quise incorporar a otro árbitro. El club lo vio con buenos ojos
pero la condición era que no podía acudir como árbitro profesional.
Después de pensar, surgió la posibilidad de que Andrés, un chaval con 16
años, acudiera de voluntario al primer turno y así dejábamos de ser
‘una compañía’ para pasar a ser una ‘multitud’ (como dice el dicho). Ya
nos divertíamos arbitrando los tres.
Nosotros acudíamos a un primer turno y a un tercero los primeros años.
Andrés sólo fue invitado al primer turno. El árbitro del tercer turno
falló y no dudamos en invitarle a él para ese tercer turno, pero de
nuevo como voluntario. Accedió de inmediato.
En 2006 tuvimos en
el campus una visita especial. Andrés ya acudía como árbitro
profesional. Venía a darnos una charla el entrenador, Pedro Martínez.
Aquí es donde me cabreé con Andrés, pues él no sabía quién era Pedro.
Les obligué a los árbitros a estar en la charla y aprendió mucho de
ella. Andrés conocía a los árbitros ACB, sabía quién era cada uno (al
igual que a sus compañeros) pero muy poco al resto del colectivo
baloncestístico. En los campus aprendió a soltarse con los entrenadores
de cantera, a poder discutir alguna noche con Nacho Azofra sobre el
nivel de los árbitros y conoció a muchos jugadores que luego arbitraría
en competición.
Andrés fue anotador antes que árbitro. Pero sus
condiciones físicas (1,90 m.), complexión delgada y fibrosa y su buena
predisposición para el puesto le procuraron una carrera fulgurante. Él
ascendía casi año a año.
Estaba muy implicado y lo tenía muy
claro. Al año siguiente me dejó ‘colgado’ por una charla ‘voluntaria’ en
Alcázar de San Juan sobre arbitraje a tres días de comenzar el campus. A
pesar de su ausencia, decidí seguir contando con su valía e ilusión.
Como informático, él era el que se encargaba de la parte audiovisual que
ya utilizábamos con los mejores medios.
En 2008 ya habíamos
crecido mucho. Una idea de Juan Rodríguez (un organizador del campus)
nos había llevado a invitar a Juan Luis Redondo a dar una charla en el
campus tanto a los chavales como a los entrenadores. Juan Luis fue muy
amable con nosotros y nos regaló sus camisetas de colores de la ACB
(como se ve en la foto). Lo que nunca podíamos pensar ninguno es que,
sólo cuatro años después, Andrés vestiría esa camiseta naranja que se
había puesto en la foto pero ya con su propio número (56) y en compañía,
además del propio Juan Luis.
Estudiantes siempre se muestra
orgulloso de haber fichado en el campus de Granada a un jugador como
Daniel Clark. Ahora podrá decir que participó en la formación (parte de
ella) de un árbitro ACB en unos cuantos campus.
Quería dar las
gracias a Juan Luis Redondo, Antonio Conde (que acudió el año que se
casaba), a Benjamín Jiménez, a Castillo, a Anna Cardús (que se cogió un
día de trabajo para poder estar con nosotros), a Emilio Pérez Pizarro
(que acudió lesionado del cuello del que se tuvo que operar), a Daniel
Hierrezuelo (que hasta nos regaló el dinero de su viaje para el bar) y a
Alfredo Ortega (técnico FEB, ex ACB, maestro de árbitros madrileños).
Estos son los grandes compañeros que tendrá Andrés en la ansiada ACB.
A
Mateo Ramos, García Chápuli y, sobre todo, al alcalde actual de Manresa
(antiguo director de arbitraje ACB), Valentí Junyent, por haber dado la
cara en la peor temporada (2010 con la huelga).
María, Ana, Óscar, Víctor, Paco, Pablo, Carlos, Andrés, y lo que yo más gané, Jose Luis, un amigo. Un tesoro. Mi equipo.
A José Canales Benayas, por dar la posibilidad de realizar una actividad pionera en España.
También
hemos participado con entrenadores de base del Real Madrid, Baloncesto
San Fernando y colaboramos con el campus Xavi Sánchez de Murcia.
"¿Por que debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mi?" (Groucho Marx)
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