miércoles, 1 de agosto de 2012

En deuda de oxígeno

Artículo dedicado a la ciudad de Granada y a la muerte de su baloncesto(2012) después de haber pisado la luna ACB unos cuantos años antes(1986) 29-09-2005 02:12:24 Gonzalo A. Gómez Valcárcel Granada, primavera de 1986. Hace casi veinte años un equipo `innombrable´ para el baloncesto intentaba, sin que se enterara casi nadie, el ascenso a una cima llamada ACB (una montaña muy superior en dificultad a las queridas Mulhacén y Veleta de la tierra). En un pueblo muy feo, casi todo industrial, a 10 kilómetros de Granada y llamado Albolote, unos jugadores intentaban conseguir la proeza que un día soñó su presidente. Para eso se entrenaban todos los días a destajo y jugaban de la misma forma los partidos de la cuenta atrás. [Antonio G?mez Carra (Foto: IDEAL)] Antonio G?mez Carra (Foto: IDEAL) Manolo Cueto fue avisado de que el equipo debía ascender y que esa era la premisa con la que contaba el entrenador. Cueto habló con el presidente y le asesoró para que fichase a un técnico que él conocía de los cursos nacionales y que se asemejaba al perfil que el presidente buscaba para que sus chicos Álvarez y Cía. se fajaran en pos del objetivo. Cueto pensaba que el Oximesa (Oxígeno Medicinal Sociedad Anónima) debía quitarse las `bombonas de oxígeno´ y recibir a un entrenador que les hiciera trabajar como si de un ascenso a un pico de la localidad se tratara… Pero todo ello sin bombonas, claro. Y aunque tuviesen la tentación de cogerlas en la entrada del club, aquello estaría prohibido (jugaban en el campo de la empresa, dentro de la empresa, como muchos recordarán el pabellón José Antonio Murado, nombre del presidente, el primer `loco´ de este proyecto). La ascensión fue programada a principios del año 86. Cabezas, Spicer, Clavero, Ibáñez, Luis Álvarez, José Álvarez y unos cuantos `escaladores´ más se pusieron las botas para acometer lo que para todo el mundo era una utopía: SUBIR AL PRIMER EQUIPO DE GRANADA AL PICO ACB “EN DEUDA DE OXÍGENO” y con el ácido láctico cubriendo sus maltrechos cuerpos. El principio fue lo más difícil. La adaptación al nuevo jefe de expedición, Antonio Gómez Carra, hizo que más de uno dudara en conseguirlo y si ese sacrificio merecería la pena. Otros `escaladores´ pensaban que no iban a llegar a la cumbre, y en el caso de conseguirlo morirían en el intento y no podrían seguir en el equipo. Este último detalle les encogía el corazón a todos, pero de especial manera al entrenador, quien no dormía, no comía bien, viajaba demasiado, preocupado insistentemente en subir la montaña más difícil del mundo para él (en este caso ni Veleta, ni Mulhacén para él; tal vez la montaña más difícil del mundo, la asesina K-2, encubierta por las siglas ACB). Tenía yo 13 años cuando esta expedición espectacular se llevó a cabo, y creo que no hay mejor edad para disfrutar viendo ascender a tus `héroes, conociendo sus entrenamientos y sus palizas todas ellas en “deuda de oxígeno” y con mucha `mala follá´ de su jefe de expedición (y eso que no era de la tierra.) [Spicer intenta encestar rodeado por Randy White, Fern?ndez y Creus, y con Clavero y ?lvarez al fondo (Foto: IDEAL)] Spicer intenta encestar rodeado por Randy White, Fern?ndez y Creus, y con Clavero y ?lvarez al fondo (Foto: IDEAL) En la ascensión no puedo recordar tantas dificultades como el grupo protagonista, pero sé que cada vez se iban quedando con menos oxígeno, según iban cumpliendo objetivos. Recuerdo auténticos desafíos en Villalba frente al Bancobao, etapa que hizo mucho daño al no superarla y que hizo pensar en la retirada… Pero lo que nunca olvidaré, ni lo cambiaría por nada en este deporte, fueron los últimos metros de ascensión protagonizados por este equipo, que pude presenciar como espectador de excepción y con mi adolescencia a flor de piel. Acompañé al equipo en los dos últimos `play-off´: El primer campamento base en Burgos, el Tizona. En Granada se ganó primero y en Burgos, después (abarrotado ese campo). 2-0 (`play-off´ al mejor de tres partidos, ya que la federación dictaminaba que el que tenía mejor posición en el `play-off´ jugaba primero un partido fuera e hipotéticamente dos en casa, si era preciso desempate). En ese momento ya estaba el equipo `Al filo de lo imposible´. Murado ya había colocado su pirámide de la suerte debajo de los banquillos del equipo, creyendo que así podrían tener más suerte en sus partidos, ya que sabía que el Oximesa era netamente inferior a todos los equipos que aspiraban al ascenso. Y llegaron los últimos esfuerzos, los últimos entrenamientos “en deuda de oxígeno” y los nervios... Les esperaba lo peor: el poderoso CAJA DE RONDA de Málaga. Su jefe de expedición, Arturo Ortega. Sus hombres: Toñín Llorente, Germán González (un `killer´ anotador en aquel momento), Quique Villalobos, Mike Schultz (q.e.p.d.) y muchos más en un equipo que estaba más preparado para una ascensión por experiencia y calidad. ¿Quiénes eran los Álvarez? ¿Quién era Clavero con 18 años? ¿Y qué americano era Spicer? ¿De dónde había salido Ibáñez? Cabezas era probablemente el jugador con más nombre al haber sido internacional uruguayo, pero ya estaba algo mayor y, aunque mantenía un tiro de tres espléndido, ya estaba dando su último, aunque excelente, gran servicio. [Ib??ez salta con un jugador del CAI (Foto: IDEAL)] Ib??ez salta con un jugador del CAI (Foto: IDEAL) Todos, absolutamente todos, dieron un rendimiento y trabajaron con una profesionalidad fuera de toda duda. Los mejores Álvarez de siempre; Ibáñez, espectacular; Spicer, colosal; Clavero, anotador; Cabezas, mejor sexto hombre, etc. “Lo posible se hace, lo imposible se intenta”, debieron pensar estos hombres para afrontar los partidos frente a los poderosos componentes del equipo malagueño y su “caja” de ahorros de Ronda. El primer partido en Graná, casi ná. Del desarrollo del mismo ni me acuerdo porque estos partidos los vivía sin ver apenas el juego. Cuando ves un partido tan importante en tu vida desde la grada lo observas de una forma tan especial que te quedas con lo básico del juego: un tiro libre vale uno, de dos, dos, y de tres, pues tres. Lo demás, una mezcla sufrimiento-placer imposible de contar. Sólo se puede sentir. Se ganó, pero no te enteras hasta casi al día siguiente de la tensión que tienes en el cuerpo (dicen que los protagonistas lo acusan menos porque en el campo están más sueltos), pero yo creía que la emoción me desbordaba. Estaba completamente histérico y sabía que esa histeria era proporcionalmente igual en un bando que en otro. Era taquicárdico todo esto. Ya pensaba de pequeño si merecían la pena de verdad estas sensaciones. Málaga, Ciudad Jardín. Rivalidad total entre dos ciudades prósperas. Caja de Ronda a ochenta minutos de la ascensión; Oximesa, a cuarenta minutos. Murado vuelve a colocar su pirámide en el banquillo, desconociendo que ascendían a una “montaña asesina” y no a una maldita pirámide… Pero bueno, el jefe era el jefe y la superstición del mismo había que respetarla. El Jardín no era un jardín, era un `puto manicomio´ de estrés y pasión. Vuelvo a no tener ni idea del desarrollo del juego; sólo sé que los `cajistas´ eran muy buenos, y que la cosa se puso difícil. Y no recuerdo más que el final. Yo creo que tuve amnesia total hasta que pitaron el fin. Sólo recuerdo que pitan el final y que se ha ganado, que se ha ascendido al pico más alto en este deporte español, la ACB. A José Antonio Murado se le ve correr desde el fondo de la pista para fundirse en un abrazo con el jefe de la expedición en el medio del campo. La utopía dejó de serlo, y jugar contra Epi, Solozábal, Jiménez, Fernando Martín y compañía se convertía en realidad. La vuelta a Granada desde Málaga fue casi inenarrable. Pude vivir desde dentro del autobús las emociones más alegres que unos seres humanos habían podido transmitirse entre ellos. Y se llegó al Ayuntamiento, con la plaza hasta arriba. Y por fin volvió el oxígeno a la vida de la expedición. Muchos saben que, gracias a este esfuerzo, se pudo cumplir un sueño. Pocos conocen que para cumplir ese logro, trabajar en deuda de oxígeno conlleva tener que hipotecar tu salud. ¿Quién está realmente en deuda de oxígeno? ¿El jefe de expedición? ¿Los jugadores? ¿El presidente? ¿O el maltrecho corazón del protagonista de este artículo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario