1983-1984. Arturo Ortega dirige, con sólo 24 años, al
Magia de Huesca en la primera edición de la denominada, por primera vez,
competición ACB. Aunque el bautizo de la ACB data de 1982, no se
disputa su liga hasta la temporada citada. El estreno del técnico no
puede ser más desafortunado y cae en el tercer partido de desempate en
el ‘play-off’ por la permanencia frente al Estudiantes de Paco Garrido
y, por ende, pierde la categoría.
Casi dos temporadas después,
Ortega entrena al Caja de Ronda de Málaga en la prestigiosa Primera B.
El dinero entra en el baloncesto y la plantilla de aquel equipo tenía
mimbres de sobras para el ascenso a la ACB. Nombres como Toñin Llorente, Quique Villalobos, Germán González y Mike Schultz
juegan en el equipo malagueño. Pero en el camino del entrenador se
cruza de nuevo un equipo que le deja, en este caso, fuera del ansiado
ascenso en los ‘play-off’ a la ACB. Una fatalidad más.
Oximesa de Granada, con jugadores poco conocidos en aquellos momentos (Luis Álvarez, Eduardo Clavero, José Álvarez, Javier Ibáñez, Larry Spicer, Carlos Cabezas
padre, etcétera) logra vencer 2-0 al equipo de Arturo Ortega. Esto es
en 1986, sólo dos años después del ‘boom’ del baloncesto gracias a la
selección española en Los Ángeles.
Por aquel entonces, para que
veamos la dimensión a nivel económico de la plata de España, un
entrenador, por ejemplo (no necesariamente es el caso de Ortega), podría
cobrar antes de la cita olímpica (1983) un millón de pesetas de las de
entonces en una temporada. En 1986, y en Primera B, esto se traducía en
cobrar ese millón, pero mes a mes, en lugar de en un año. Es decir,
unas diez veces más en sólo dos años y en una categoría inferior…
Arturo
Ortega se queda en Málaga tras dos sonados fracasos en su meteórica
carrera como entrenador. Lucha y consigue el ansiado ascenso a la ACB
una temporada después (86-87). Comenzada la temporada ACB 87-88, sólo
dura tres partidos en el banquillo ‘cajista’ (tremenda la confianza del
club malagueño) y se hace cargo del equipo José María Martín Urbano, su ayudante, hasta que llega el fichaje del excéntrico y gran jugador en su época Moka Slavnic.
Creo que es el entrenador en la historia del baloncesto español que más
se pudo dar cuenta de la dureza del puesto que ocupaba en el menor
tiempo posible. Lo desagradecido que siempre es un banquillo en el
mundillo del baloncesto.
Arturo Ortega sólo contaba 28 años. Los
resultados son tan rápidos y fulgurantes como a la par de negativos en
su carrera como entrenador. Decide dejarlo por completo. Fracasa
totalmente en su intento de ser uno de los entrenadores más jóvenes en
la mejor liga europea.
José Luis Ortiz,
entrenador madrileño formado en el colegio Menesiano del parque de las
Avenidas de Madrid, es fichado por la cantera de Estudiantes y es el
hombre de confianza del presidente del club, el tristemente desaparecido
Alejandro González Varona. Ortiz llega a ser
entrenador del segundo equipo del Estudiantes, el EBA, una categoría que
en aquel entonces era muy importante porque sólo por encima de esta
existía la ACB. También pasó por el primer equipo de Fuenlabrada cuando
este club se acababa de formar y todavía no estaba en la máxima
categoría.
José Ortiz pudo haber sido entrenador del primer
equipo de Estudiantes. En la larga estancia en el banquillo de Pepu,
este mismo fue ‘amenazado’ cuando los resultados en su etapa fueron
esquivos. Era el reemplazo cantado de Pepu, pero los resultados mejoraron y Ortiz nunca tuvo su oportunidad.
Ortiz terminó enfrentado a los entrenadores más importantes del club de Ramiro (la nefasta relación con Ángel Goñi
le marcó) y finalmente Varona no le pudo respaldar. Su currículo en el
club son dos temporadas en la liga EBA (96-97 y 97-98) y,
posteriormente, el club (que ‘nunca echa a nadie’) le ofreció un júnior
B (primer año) para que, ante la sabida negativa del entrenador, éste
saliera por la puerta de atrás y cruzara el ‘puente de plata’ hacía la
nada.
Arturo Ortega se une a José Antonio Arízaga
para ayudarle en la agencia del segundo. Así comienza la historia del
segundo capítulo de este incompleto artículo. José Ortiz se uniría más
adelante a Arturo Ortega para ser dos de los agentes más importantes del
panorama baloncestístico español.
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