Trailer del film "Cómo ser John Malcovich" 1999
Ya hace muchos años del popular artículo de Javier Imbroda y su “El Padre Manager” (yo lo tengo fechado en 1994), donde incide en la figura del padre como pieza fundamental en el desarrollo y formación del jugador, en muchos casos, de manera negativa. Ese artículo, en su final brillante, decía eso de que “… Con la excusa de tener un diamante en bruto, acaba siendo un bruto que pudo ser un diamante”. Creo que son las palabras más importantes del acertado artículo de Imbroda y que teníamos los entrenadores de la cantera de Estudiantes como bandera cuando intentábamos formar jugadores jóvenes…
Es innegable que Ricky Rubio es un excelente jugador, mucho más “extrarrestre” que el propio Pau Gasol, que debuto en Granada con 14 años de la mano de García Reneses y que sirve de ejemplo para muchos(a veces diría casi todos) los jugadores en formación, incidiendo demasiado en los jugadores cadetes y junior y por ende…en los “malditos” padres de edades demasiado tempranas y adolescentes desde los 14 a 18 años…
Ricky Rubio, en su paso por el F.C. Barcelona
¿Cómo ser Ricky Rubio? Sencillo, nadie puede ser como otro en vida. Yo también quería ser como Drazen Petrovic, pero sabía que “AMADEUS” sólo había y habrá uno de por vida…le podía llegar a imitar en lances del juego, pero en un entrenamiento sabía que se me caía el pelo si lo intentaba hacer como el genio de Sibenik…
Los padres son aun peores que antes, peores porque en los momentos actuales ellos pagan la cuota del jugador, la ropa en muchos clubes/colegios y alguno hasta tiene el atrevimiento (presionan para ello) de ser un delegado de equipo en el equipo respectivo de su hijo. Cada vez es más difícil ser entrenador de un equipo de formación, pues los padres (y madres) están demasiado entrometidos en los equipos y lo que debería ser una preocupación por su hijo, se convierte en una guerra terrible por/para con el entrenador de turno.
Rubio en el Joventut. Foto de Encancha.com
La experiencia me indica que tanto vídeo de Ricky Rubio cada semana en un diario español (con su respectivo vídeo) crea un retroceso descomunal en el aprendizaje de técnica individual y fundamentos que debía uno enseñar a los jugadores. A pesar de que pudieras, incluso, realizar los gestos para poder desarrollar ejercicios, los jugadores lo que hacían era trasladar lo que veían por la televisión o internet al entrenamiento. Más de una vez les decías aquello de “deja de ver la tele”, pero costaba mucho sacarles del vicio de imitar o querer ser como Ricky Rubio (Michael Jordan sigue estando muy presente en la mente de todos también)…
Luego, los fines de semana, llegaba el cisma de los padres. Todos tienen un “Ricky Rubio” en su casa, y por ello, mis jugadores tenían que salir a jugar con exagerada celeridad. Conseguí sacar, más de una vez, a toda una plantilla en los dos primeros cuartos (cadetes), pero eso no era suficiente. Siempre tenías al padre/madre quejoso porque su hijo “no jugaba”, y bueno, lo aceptas y lo hablas las veces que haga falta…pero ya era enfermizo que te llegara la madre del que más jugaba y te decía eso de “mi hijo juega mucho y termina muy cansado, y luego no estudia…” Entonces ya te quieres “morir” y piensas que eres un gilipollas, la dices a la madre que “¿Cuánto quiere Vd. que juegue?”. La vida de entrenador de formación es una coña total y da igual dónde estás, para el objetivo de cada uno, nunca das con la tecla necesaria…
Con la selección española de su edad
Creo que la vida del jugador es ahora más corta que antes. Los chavales se queman muy pronto por sus padres y su situación es realmente estresante y, además, les cuesta mucho (normal) no salir del paradigma de que “el que me perjudica es el entrenador porque lo dice mi papá y mamá“. Cada vez son más niños “los niños” y no alcanzan ninguna madurez cuando pasan de categoría junior. He podido entrenar a todas las categorías desde Pre-Benjamin a Senior y el retroceso es muy grande con respecto a tiempos pasados. Cada vez, los padres, están menos con los hijos (en muchos casos trabajan los dos padres y ven menos que tú a sus hijos)…y yo ya lo llamo “Celopatía” al comportamiento de alguno de los mentores, pues, llega un momento en que no se fijan para nada en lo que estás haciendo por ellos (es cierto que cada vez se sabe menos del deporte en sí y en eso tiene mucha culpa las reglas tan cambiantes del juego F.I.B.A. y que tan LOCOS vuelven a los padres y no padres de los chavales) y alguno parece que es tu rival en la educación del jugador y si les enseñas tal o cual valor, el padre/madre de turno te lo puede llegar a cambiar por completo, sólo porque para ellos eres un ser insignificante y pasajero en la vida de sus hijos…
Ricky es muy bueno, pero tal vez siempre vendieron su imagen demasiado hacia los demás y no es un buen ejemplo ni ayuda para nadie. Es curioso que Calderón (algunas camisetas de Toronto se siguen viendo, la de los Pistons es muy cara, normal) no haya creado tanto furor, tal vez porque su llegada arriba fue más gradual y no acaba de ser tan mediático como Rubio. Está muy claro, si Ricky pudo jugar con 14 años en la A.C.B., todos podrían hacerlo o , por lo menos, a cada hijo se le presupone una calidad antes de entrenar que tienes que asumir cuando, precisamente, ninguno puede , ni siquiera llegar a categorías decentes una vez acabado su periplo de junior(juvenil de antes…). Pero bueno, en la adolescencia tienes que aguantar todo este problema social siendo un tonto absoluto al frente de un equipo al cual lo puedes considerar un mini-club pues de 12 personas que puedes tener en plantilla, las tienes que multiplicar por tres y, al final, tienes la sensación de tener 36 “jugadores”, con lo cual tienes ese mini-club del que hablo…
Penetración de Ricky hacia canasta
Entrenar formación es muy duro. O te conviertes en un comparsa, colega de los padres y funcionas con el “ja, ja, ja” toda la temporada o pasas a ser un entrenador que no entra por el aro de nadie y por ello te harán la vida imposible…
Ya lo decía un amigo/compañero mío: “Cuanto más les das, ellos menos te dan” “A veces es mejor…dejarlo estar”…Pero bueno, eso es ir en contra de uno mismo. Pocos ya quieren entrenar por poco dinero y muchos problemas. Creo que tenemos que dejar paso a la figura del padre/entrenador y pasarnos todos al tenis…y al fin y al cabo…es a lo que juegan muchos en un deporte de ¿equipo?...no, para cada padre su hijo es tan bueno como…Rubio o Nadal, los demás, están de más.
"La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota" (Gonzalo Torrente Ballester).